martes, 23 de agosto de 2011

de Cuenca o el desilestizante


   Te podrás leer cien de una tacada y sin empacho, comprobarás asustado que es el placer quien está hozando en tu cuerpo como un cerdo verriondo, segregará tu cerebro camiones de endorfina, por una vez te alegrarás de haber nacido, notarás el lento suicidio de la saliva en tus labios, el enloquecido rechinar de tus dientes, sentirás en tu piel la orgiástica sedición de los sentidos que empezarán a bailar sobre ti una especie de extraña danza africana y serás, por unos mágicos instantes, arrebatadoramente feliz:



EL IMBÉCIL


Era una criatura detestable
en el plano moral, un ser abyecto,
una abominación lovecraftiana.
No era tampoco guapa, ni atractiva,
ni graciosa, ni joven, ni simpática.
Era un montón perverso de basura.
Pues fuiste tan imbécil que por ella
dejaste a la que amabas y vendiste
tu alma en los bazares de la noche.


CUANDO VIVÍAS EN LA CASTELLANA


Cuando vivías en la Castellana
usabas un perfume tan amargo
que mis manos sufrían al rozarte
y se me ahogaban de melancolía.
Si íbamos a cenar, o si las gordas
daban alguna fiesta, tu perfume
lo echaba a perder todo. No sé dónde
compraste aquel extracto de tragedia,
aquel ácido aroma de martirio.
Lo que sé es que lo huelo todavía
cuando paseo por la Castellana
muerto de amor, junto al antiguo hipódromo,
y me sigue matando su veneno.


TUS OJOS


Y tus ojos, tus pétalos de luz,
aquellos ojos que resumían el estío,
vasijas de pureza,
agonizan de sombra en su prisión de nieve
y de silencio.
El mundo es una catedral helada.


POLITICAL INCORRECTNESS


Sé buena, dime cosas incorrectas
desde el punto de vista político. Un ejemplo:
que eres rubia. Otro ejemplo: que Occidente
no te parece un monstruo de barbarie
dedicado a la sórdida tarea
de cargarse el planeta. Otro: que el multi-
culturalismo es un nuevo fascismo,
sólo que más hortera, o que disfrutas
pegando a un pedagogo o a un psicólogo,
o que el Mediterráneo te horroriza.
Dime cosas que lleven a la hoguera
directamente, dime atrocidades
que cuestionen verdades absolutas
como: "No creo en la igualdad." O dime
cosas terribles como que me quieres
a pesar de que no soy de tu sexo,
que me quieres del todo, con locura,
para siempre, como querían antes
las hembras de la Tierra.


ULISES


Atado al mástil.
Las garras afiladas
de las Sirenas.


AMOR UDRÍ


Dame un beso fugaz en la frente. Reserva
lo demás para luego, ese luego excitante
que nunca llegará. Márchate de la alcoba.
Déjame con un palmo de narices, moviendo
tus divinas caderas, y quítate la ropa
despacio, salpicando de tus prendas más íntimas
el suelo de la casa. Que yo seguiré el rastro
de tu cuerpo y, al cabo, te encontraré desnuda
y diré, enarbolando un mínimo estandarte
de tela: "Ya te tengo. Dame un beso, mi vida."
Y tú desviarás los labios, y por mucho 
que yo gima y suspire, seguirás en tus trece,
hurtándome la boca. Hasta que ya no pueda
más y, por un momento, me olvide de las normas
de Tántalo y de Sísifo, y te agarre la cara
muy fuerte con las manos, y te bese a mi vez
en la frente, y te suelte con un gesto de rabia,
y lleguemos al éxtasis del placer más profundo
mirándonos, mirándonos, mirándonos.


HELENA: PALINODIA


No, no es verdad, amor, aquella historia.
No llegó a seducirte aquel imbécil
de rizos perfumados. No te fuiste
precipitadamente de la fiesta
de nuestro aniversario, con los ojos
clavados en el bulto que emergía
de entre sus piernas, y con las narices
saturadas de droga. No embarcaste
en su yate de lujo con lo puesto
-que casi no era nada-, mientras yo
te buscaba en la calle como un loco,
creyendo que te había pasado algo.
No desapareciste de mi vida
como una exhalación y para siempre.
No puede ser verdad aquella historia.


INSOMNIO


La vida dura demasiado poco.
No da tiempo a hacer nada. No hay manera
de reunir los suficientes días
para enterarte de algo. Te levantas,
abrazas a tu novia, desayunas,
trabajas, comes, duermes, vas al cine,
y ni siquiera tienes un momento
para leer a Séneca y creerte
que todo tiene arreglo en este mundo.
La vida es un instante. No me explico
por qué esta noche no se acaba nunca.


EL ASESINO


No hay ventanas por donde pueda escaparse el frío.
Tus venas lo retienen. Estás hinchada y rota.
La noche pone cerco a tu piel, y en tus ojos
el vacío dispone su estúpida carencia.
Mírame bien. Sacude las agujas de sombra
que te ciegan. Dispara tus brazos a la vida.
He venido a por ti. Quiero fundir el hielo
de tu cuerpo. Vender al viento tus despojos.
Traigo un puñal de fuego para abrir tu garganta.
Quiero esta vez ser yo quien te mate, amor mío.

6 comentarios:

  1. (...) "el lento suicidio de la saliva en tus labios". ¿Me la regalas?

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  2. ¿Para incluirla en tu próxima novela?
    Bueno, pero a cambio exijo una cena con un buen vino.

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  3. La verdad es que es una frase maestra

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  4. Vitorino, prepara toneladas de poesía, que el lunes iniciamos el descenso a los infiernos septentrionales a través de la laguna Estigia de los 20 a los 40 grados, que debe ser algo así como pasar de una tostadora años 60 a un crematorio.

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  5. Olvidas, Mata querido, que aquí os tengo yo preparado un barbadillo helado para combatir las altas temperaturas y los sirocos desventurados.

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